Parte de la modernización del karate que surgió hacia 1930 involucró la creación del karategi (similar al judogi) el cual está confeccionado para ser muy resistente. Adicionalmente su corte contempla la comodidad de los movimientos que el karateka debe ejecutar, así como eventuales agarres y tironeos del uniforme al practicar combates.
El karategi debe ser completamente blanco. Sólo podemos aplicar las insignias aprobadas por nuestra escuela. Tendremos que mantenerlo limpio y sin arrugas. El cinturón, obi, distingue la jerarquía del practicante.