Se sabe que todas las artes marciales son para la defensa personal, pero por una cuestión de metodología no siempre se enseñan diferentes niveles de bunkai (análisis) de las formas que entrenamos.
Quizás sea para reforzar un ataque técnicamente correcto por parte del uke, en donde se le solicita un ataque prolijo, por lo general un chudan tsuki que parte desde una posición de guardia o de listos y tras ser anunciado primero desplaza la base para terminar en la técnica de ataque.
Enfatizamos fuertemente en este tipo de ataques porque queremos que tanto quién ataca como quién defiende pueda pulir su técnica. Pero esta instancia debe aplicar a cuando nuestros alumnos están en un nivel inicial. Entonces, ¿cómo los llevamos al siguiente nivel?
Nivel 2: Intermedio
Una vez que el alumno ya está “empapado” en la materia, dominando varios bunkai y ejercicios (digamos cinturón marrón) podemos debemos pasar a la siguiente instancia. No alcanza con desarrollar variantes sofisticadas de los bunkai, con hermosas llaves y arrojes… ¡lo que debemos cambiar es el ataque! Aquí entran en juego ataques con shomen/mae geri, mawashi o yoko geri, combinaciones veloces de tsuki que se asemejen mas a un combate real (incluso con vuelta al kamae automático, ¡nada de dejarle el brazo al compañero!). Necesitamos volver mas espontáneo y menos colaborativo el ejercicio, sino nos estancaremos en un ejercicio que no presiona nuestra capacidad de reacción.
En esta instancia es muy necesario mantener el mayor nivel técnico posible al ejecutar el análisis, intentando respetar las trayectorias, el orden de los movimientos, y si es posible los giros y desplazamientos.
Con respecto a estos últimos tenemos que comprender que el desplazamiento de un segmento o unidad de la kata no será el mismo cuando tenemos que defender un tsuki, a cuando necesitamos utilizar la misma parte para defender una keri. Lo primero que se flexibiliza es, justamente, esta cuestión.
Nivel 3: Avanzado
Una de las falacias mas grandes en las artes marciales es practicar nuestras defensas contra ataques básicos de artes marciales: un tsuki, un agarre que no es seguido de golpe, una patada ejecutada bajo nuestros principios técnicos. De modo que, para que nuestra kata sea efectiva como defensa personal, necesitamos cambiar el ataque.
Un buen ejercicio para el grupo es confeccionar entre todos, pizarra mediante, un listado de ataques frecuentes en la calle. Incluso se puede hacer una selección de videos de YouTube de peleas en bares, en robos que se salen de control, en peleas tras un choque de automóviles, etc. Entre todos observar y extraer cuales fueron los ataques iniciales, qué cadena de movimientos ejecuta el atacante, balance del cuerpo del atacante, etc.
Ahora con este listado, ubiquemos los segmentos de nuestra kata que queremos analizar e intentemos aplicar todos los ataques a cada parte. Dependiendo la forma y el estilo, no siempre van a cuadrar bien las defensas para algunos ataques, pero es necesario experimentar por uno mismo las complicaciones que surgen.
Acá es importante permitir la flexibilidad en el cambio del orden de las técnicas y cambio en los desplazamientos. La prioridad es el pensamiento lateral (think out of the box), en donde descubriremos que varios movimientos tienen más de una lectura.
A block is a lock, is a blow, is a throw…
Verán que hoy en día hay cientos de maestros en YouTube mostrando sus bunkai y su inmensa variedad. Algunos más realistas, otros mas tendientes al show. No desmerezco a ninguno. Los realistas son mas toscos y son necesarios para que nuestra capacidad de combate suba de nivel. Y los que parecieran ser un show desarrollan otras habilidades menos frecuentes en karate, como llaves complejas, proyecciones, etc.
Un método de enseñanza que escuché en Jesse Enkamp (el Nerd del Karate) y me lo apropié para mis clases es el tomar cada bloqueo primero como tal, luego como llave, después como golpe y finalmente como proyección o derribe.
Uechi Ryu, el estilo que practico, tiene una variedad acotada de bloqueos nativos, siendo la mayoría circulares (hacia fuera y hacia adentro) y muy pocos rectos. Hemos de someter cada bloqueo a esta idea: usarlo como bloqueo, como llave, como golpe y como derribe. En ese orden.
Y una vez que podamos hacer este trabajo, el cual es muy entretenido y desafiante, sigue el mismo camino pero con los golpes: Todo golpe es un bloqueo o un desvío, y acto seguido el golpe también sirve para proyectar, y puede servir para cerrar una llave o torsión.
Si llegamos hasta acá entonces realmente podemos decir que somos estudiosos del karate. ¡A seguir practicando!