Una de las principales razones por las que la gente no establece estrategias rigurosas para prevenir determinados hechos de inseguridad y de violencia es porque no creen que algo les pueda pasar, y esto se ve muchas personas pero especialmente en los mas jóvenes. La mayoría de la gente ve la violencia como algo lejano, que sólo se muestra en la TV o que se lee en los diarios. Son hechos salvajes que no le ocurrirían jamás, porque cada uno está convencido de ser un ser pacífico y cree que de algún modo la violencia lo va a esquivar.
Lo cierto es que estamos cada día mas expuestos a hechos de violencia. Tanto si se trata de un hecho de delincuencia fortuito (robo del auto, de la cartera, entradera), como violencia en el colegio, o en un intento de abuso sexual, o incluso manejando su auto tranquilamente hasta que un conductor lo choca y enloquece contra usted, todos podemos ser agredidos.
La aceptación de esta realidad es el primer paso para comenzar el trabajo de mejorar nuestras posibilidades de salir bien parados de esta clase de situaciones, e incluso de prevenirlas completamente.
No nos olvidemos que ser víctimas de un hecho de violencia puede tener consecuencias menores inmediatas (algunos moretones) y otras que se ven a mediano y largo plazo, como ser el temor a salir, ansiedad, y todo lo relacionado al stress post traumático. Pero lamentablemente hay casos que terminan con consecuencia mucho peores (discapacidades, mutilaciones, HIV, embarazos no deseados, muerte de un ser querido).
Ser concientes de toda esta situación y de nuestra responsabilidad en capacitarnos para mejorar nuestra seguridad personal, es un primer gran paso para ganar tranquilidad a futuro.
El sólo hecho de aceptar que ciertos hechos podrían pasarnos nos obliga a hacer el ejercicio mental de diagramar alternativas en nuestra rutina para evadir esas posibilidades. Leeremos los casos de inseguridad desde una óptica crítica para mejorar nosotros mismos y para elaborar nuevas estrategias con nuestras familias. Dejaremos de tomar ciertos riesgos innecesarios que hasta ahora habían pasado desapercibidos.
Pero cuidado, la idea no es volverse paranoico o limitar nuestras vidas para encerrarnos, sino que tiene que ver con que cada uno pueda hacerse cargo de su seguridad personal, saber que hacer cuando la situación se presente complicada y tener mas control sobre las decisiones que cada uno toma en su vida constantemente.
Aceptar esta realidad, volverse consciente de ella, y obrar en consecuencia nos vuelve atentos al entorno. Los delincuentes perciben esta actitud y mayormente los desalienta a intentar algo, puesto que preferentemente buscan personas distraídas.
Este es el mundo en el que vivimos, podemos aceptarlo y prepararnos para él o dejar que las cosas pasen y esperar que no sea leve.
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